Mi día libre....

Hoy me he tomado el día libre, necesitaba un descanso. Enfriar mis neuronas y dejar que todo lo que estoy aprendiendo se coloque tranquilamente en su sitio.

Asi que dije que sí esta mañana a las 8 estaba en la cafetería de siempre y tú, con un jersey azul me esperabas apoyado en el coche, me sonreías. Siempre lo haces, pero mi instinto femenino me decia que esa sonrísa era especial.
Me acerque, me coloqué delante de ti y te robé un rápido beso. Cuando me gire para entrar en la cafetería, abristes la puerta del coche y me invitabas a entrar con la cabeza. Otra vez esa sonrísa, otra vez esa intuición.

- ¿A dónde vamos?
- Tú ponte cómoda, ahi tienes el desayuno- Dentro de un envoltorio de papel habia una napolitana de crema y en un termo un café con leche calentito.

Después cerre los ojos, el cansancio y el tambaleo del coche hicierón que ese asiento delantero fuera el lugar más confortable del mundo, y no volví a abrirlos hasta que note el freno del coche.
No podía creerlo.
Pero lo olía, el olor a salitre era inconfundible, Y lo oía, las olas rompiendo contra la costa...
Te mire, tu ya me mirabas. te sonreí, tu seguias haciendolo y estaba convencida de que lo habías hecho durante todo el viaje, mientras yo ingenuamente dorima a tu lado.
Mis labios empezarón a gesticular un te quiero, pero tú ya lo estabas pronunciando.


Me descalce, deje las deportivas en el coche y empece a correr por toda la playa. Cuando te quisistes dar cuenta yo ya estaba quitandome la ropa. Era invierno, no había nadie en la playa y sin embargo hacía una temperatura anormalmente cálida.

Nos besamos, nos cariciamos, corrimos, reimos, paseamos, hablamos, nos amamos.

Hoy ha sido mi día libre, y he estado frente al mar, sintiendo las olas balancearse sobre mis pies descalzos, la brisa marina acariciando todo mi cuerpo y el sol tratando de atravesar la arena con su atardecer.

Hoy ha sido mi día libre, y tú has estado a mi lado.

Tu sonrísa no mentía, tus ojos me han dicho que me querían...