5/10/10



Quiero alterar el funcionamiento del reloj de arena. Trastocarlo, que se pare el tiempo, y quedarme contigo para siempre. Quiero imaginar y construir castillos con su arena
Quiero que todo vaya deprisa, inalterable. Que me deje el mejor de los sabores...
Quiero sentir(te), quiero amar(te)...
Y dime que te quedas conmigo. Que esto es para siempre. Que paras el reloj de arena, que coges el desvio...y te quedas conmigo

30/9/10

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Por pedir, pido veinticuatro horas a tu lado en las que nos dé tiempo a todo menos a perder el tiempo.

Por pedir, pido que me baste ese día para convencerte de querer estar conmigo por el resto de tus días.

Por pedir, pido y preciso que exista un preciso momento, en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo lleve esperando yo. Por pedir, te pido en una tarde lluviosa, dentro de una casa sin gente, sobre un sofá sin cojines para que sólo puedas abrazarte a mí, en frente de mi película favorita… Bueno, si quieres, en frente de tu película favorita… Me pido entonces tus dedos acariciando mi brazo, y mis cosquillas jugando al escondite con ellos.

Por pedir, pido dar un paseo por una playa, donde me hagas perder todo menos la sonrisa.


27/9/10


No te equivocastes nunca. Salvo una vez.

Una noche se te encaprichó una sombra..Y esa sombra era yo.








14/9/10

Robó una vez más el aliento


Esther es la chica de Rojo. Esa que con su vestido sabe robar el aliento a aquellos que se atreven a mirarla.
Esther tiene una curva en la cintura interminable, miles de manos la han recorrido, cientos de labios la han besado e incontables ojos la han observado desnuda.
Ella adora robar el aliento, dejar sin palabras y contagiar sonrisas. Le apasiona la noche, dice que es mágica, con sus luces de neón, sus éfimeras horas y sus distancias tan cortas.
Comparte camas, colchones sin historias y muelles rotos. Esther sabe como desnudarse para que no la olviden nunca, balancea su cuerpo mientras la ropa va cediendo importancia y perdiendose por el suelo de la habitación.
Esa noche, Esther bailaba y se desnudaba en una pequeña habitación con olor a tabaco y a comida rápida. Una mujer morena la esperaba ya desnuda en la cama, sonreía, deseaba con todas sus fuerzas tener ya por fin ese cuerpo entre sus manos. Esther se acercó y volvió a hacerlo, robó una vez más el aliento.

- Tienes la curva de la cintura más hermosa que he visto nunca, no me cansaría nunca de recorrerla con mis labios.
Esther sonrió, y se sentó en el borde de la cama, mientras comenzaba a vestirse.
- No te vayas, quédate a dormir aquí conmigo.
- No puedo, ya he robado tu aliento...

19/8/10

Nervios...






Sonó el despertador y Vanessa saltó de la cama, normalmente adoraba esconderse bajo las sabanas y suspirar " 5 minutos más..." pero hoy no se lo pensó y tras graduar el agua, entró en la ducha decidida.
"Qué día más especial, cómo necesito que salga bien". El agua iba cubriendo su cuerpo desnudo, resbalando por cada rincón escondido. El jabón iba ganando el paso y cubrió su piel con espuma y olor a manzana.
tras la ducha, aún mojada y desnuda se miró en el espejo. A penas se reconocía. Estaba tan asustada que temblaba, tan asustada que creía que no podría salir de casa, que no podría articular palabra. Tan asustada que daba miedo.
Había vivido muchas situaciones que la asustaban y había podido con ellas, aunque a duras penas, había temblado tanto o más como esa mañana y sin embargo seguía viva.
¿Sentir nervios no significa estar viva?




Vanessa termino de arreglarse y salió de casa, Aún temblaba. "Espero que todo salga todo bien..."

17/8/10

línea recta

Caminando en línea recta uno no puede llegar muy lejos. Ese es el camino más fácil, pero también el más aburrido.
Los que caminan en línea recta no sienten la ilusión de saber que les espera al doblar la esquina, al cambiar de paisaje, de escenario... No saben respirar profundamente, para inundarse de fuerzas y continuar.

Los que caminan en línea no tienen imaginación.

15/8/10

Hace unos meses, tenia la capacidad de sentarme delante de un teclado y dejar que mis dedos bailaran dibujando frases en la pantalla, Pero un día, sin saber bien por qué los dedos se paralizarón, inquietos dejaron de saber bailar.


Hoy los he mirado disimuladamente y estaban moviendose ritmicamente, danzaban de un lado otro y ansiaban volver a dibujar palabras.





Sigo siendo la misma chica de la estación, Sigo ilusionandome con cada cuenta atrás, besando los mismos labios y dibujando las mismas sonrisas.
Ya no hay mas clases, ni más examenes. Me encabezone con salvar vidas y es lo que día a día intento.

Hace unos meses era feliz, hoy lo soy infinitamente.




Mis dedos han vuelto a bailar palabras, ahora son imparables.