19/9/09



Puede que aquel olivo fuera único, único y diferente y por lo tanto se antoje más bello aunque la realidad ahora no lo demuestre.
El paso de los años le han hecho quedar solo dándole la obligación de custodiar al sol, su amanecer y su atardecer, su calor y su leve o intensa luz.
¡Mirale!, no puede no sentir la soledad..nada le rodea, tan solo ese indomable fuego del cual está a cargo.

Un día me susurro al oído, y me dijo, que para él era suficiente, que no necesitaba nada más. Sus rayos le daban energía, le hacían crecer y envejecer.
Dormir y despertar.
Quién pudiera ser él entonces, y no necesitar nada más..

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